Soy la Llorona
Mi nombre es María, y soy la Llorona. Soy un fantasma que vaga por las calles de México en busca de mis hijos, a los que maté en un ataque de locura.
Nací en una pequeña aldea de México. Era una niña feliz y tranquila, y siempre me encantaba jugar con mis hijos, Juan y María.
Cuando crecí, me casé con un hombre llamado Pedro. Era un hombre cruel y abusivo, y me hacía la vida imposible.
Un día, Pedro me encontró con otro hombre. En un ataque de celos, lo maté a golpes. Luego, me fui a casa y ahogué a mis hijos en un río.
Cuando me di cuenta de lo que había hecho, me quedé horrorizada. Me sentí tan culpable y arrepentida que decidí suicidarme.
Me ahorqué en un árbol, y mi alma quedó atrapada en el lugar donde morí.
Ahora, vagabundeo por las calles de México, buscando a mis hijos. Lloro su pérdida, y pido perdón por lo que hice.
Mi grito se escucha en las noches oscuras, y mi presencia aterroriza a los niños. Soy una figura de miedo y superstición, pero también soy una figura de pena y arrepentimiento.
Una vez, me encontré con un niño en la calle. Era un niño pequeño, y tenía miedo de mí.
-¿Quién eres? -me preguntó.
-Soy la Llorona -respondí.
El niño comenzó a llorar.
-No me hagas daño -me dijo.
Me sentí mal por asustarlo.
-No te haré daño -le dije.
El niño se calmó un poco.
-¿Por qué lloras? -le pregunté.
-Estoy perdido -me dijo.
Me ofrecí a ayudarlo a encontrar a sus padres.
Lo acompañé por las calles, y finalmente encontramos a sus padres.
Los padres del niño estaban muy agradecidos conmigo.
-Gracias por ayudar a nuestro hijo -me dijeron.
Me sentí feliz de haber podido ayudar al niño.
Tal vez algún día pueda encontrar a mis hijos.
Tal vez algún día pueda encontrar la paz.
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